CSE en la encrucijada

Fabio Gadea Mantilla





Querida Nicaragua: El Consejo Supremo Electoral es hoy en día el organismo más cuestionado del país y se encuentra en una verdadera encrucijada, al comprobarse hasta la saciedad su participación en el montaje de un fenomenal fraude, sólo comparable con el que hizo Somoza García en 1947, para que ganara su candidato doctor Leonardo Argüello.

El cuestionamiento nacional e internacional ha dejado al descubierto la incapacidad, por no decir la complicidad o mala intención de los señores magistrados.

En realidad de verdad hay una lista muy larga de irregularidades. Jugarretas con las cédulas de identidad, tortuguismo inaudito en la entrega de las mismas a quienes se conocen como no proclives al frentismo, entrega rapidísima de cédulas a jovencitos que están cumpliendo 16 años y muchas veces a niños de 14 y 15 que no tienen ni derecho ni madurez para votar. Se conoció de muchas clonaciones de cédulas, se comprobó que muchos frentistas votaron hasta cuatro y cinco veces, se abrieron tarde y se cerraron temprano varias JRV, en muchos casos se expulsó de las mismas a los fiscales no simpatizantes del partido de gobierno y, obviamente al hacer el recuento de votos con fiscales afines al partido, anularon, mancharon y cambiaron a su gusto y antojo el número de votos. En muchas boletas le dieron los votos de Montealegre a Argüello y los de éste a Montealegre.

Hoy en día el Gobierno apuesta a que con el miedo puede convencer a la oposición. Pandillas de salvajes, dirigidos por conocidos diputados pandilleros y por dirigentes de los CPC, armados de mazos, morteros, machetes, garrotes y piedras, se han visto en el centro de Managua arrasándolo todo sin que la Policía Nacional se de por enterada. No creemos que la violencia de las turbas sea una buena respuesta a las demandas hechas por importantísimos sectores de la vida nacional como la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el Cosep, la Cámara de Comercio Americana-nicaragüense, organizaciones civiles y de derechos humanos, más la preocupación expresada por la OEA, el Departamento de Estado de EE.UU., la Unión Europea, etc.

Menos que ayuden a resolver el problema de las declaraciones como la del señor Procurador General de la República, insinuando que una orden de su jefe no dejaría piedra sobre piedra en los medios de comunicación.

Es vox pópuli que muchos activistas frentistas expresaron siempre que estas elecciones las tenían que ganar de cualquier manera, aunque tuvieran que robarse todos los votos. Era imposible lograrlo sin un CSE controlado por ellos.

Me parece que esta vez al frentismo le han salido mal las cosas. Se les fue la mano y se anotaron una exagerada cantidad de votos y han pretendido apoderarse de casi cien gobiernos municipales, incluidas plazas como la de León, donde le dieron el triunfo al candidato garrotero.

Actor, artífice y cómplice de este fraude ha sido sin duda el CSE. Ahí revivió el tristemente célebre funcionario electoral somocista de los años cuarenta, don Modesto Salmerón, en la persona del doctor Roberto Rivas. Pero no sólo él, el CSE en conjunto, todos ellos como cuerpo colegiado han quedado en entredicho, han ofendido la inteligencia del pueblo, le deben una explicación que no han podido articular, pues cuando quieren justificar el fraude se enredan en su propia madeja.

No hay duda de que mientras no haya un nuevo CSE limpio de basura politiquera, será muy difícil esperar elecciones limpias y transparentes.

El autor es director de Radio Corporación